La belleza suspendida de Suspicious Minds

Este artículo fue originalmente publicado en la revista digital Oblicuo

Suspicious Minds es el nombre artístico del fotógrafo belga Reginald Van de Velde, que se define como un «viajero devoto que se adentra en lugares olvidados para capturar su frágil abandono». Esta introducción un tanto pomposa se entiende cuando vemos que su obra ha sido expuesta en festivales internacionales de todo el mundo y hasta le ha granjeado un galardón en el Festival Internacional Cannes Lions.

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No sabemos si el nombre de Suspicious Minds será un homenaje al Rey del Rock, ese eterno no-muerto cuyos fans se resistieron a dejar pasar a la otra vida durante años, pero de ser así sería una metáfora apropiada para sus fotos de lugares casi irreales y que, aunque sufren las inclemencias del paso del tiempo, se resisten a terminar de morir. A pesar del aspecto decrépito de la mayoría de los lugares que fotografía, Reginald trata cada localización con respeto casi sacro y emplea un amplio ángulo, una cuidada simetría y mucha luz natural para dotar a cada foto de una gran solemnidad.

Aunque tristemente nunca ha expuesto en España, su página web, su perfil de Facebook y su Instagram nos permiten disfrutar de algunas de sus mejores fotografías. Si tenéis la suerte de tener un casa con estanterías amplias, también podéis adquirir en Amazon una selección de su obra impresa en gran formato y titulada muy pertinentemente Between Nowhere and Never.

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